Desde que en 1950 Isaac Asimov publicara una colección de relatos titulada Yo Robot, adscrita claramente al género de la ciencia ficción, hasta el momento actual, en el que los problemas éticos y jurídicos de los robots inteligentes son objeto de discusión y debate por el Consejo de la Unión Europea,no ha pasado tanto tiempo. Los avances tecnológicos, en cualquier época, conllevan ventajas,introduciendo mejoras en la calidad de vida de las personas, pero también pueden generar riesgos, por su posible impacto en el orden social conocido, riesgos que hay que conocer, debatir, y reducir o evitar en la medida de lo posible. Respecto a esto ¿Qué pasa con las neurociencias y los neuroderechos?
Tenemos que abordar la importancia que tiene la privacidad de los cuidadadanos, en relación a la neruciencias y los neuroderechos, para conciliar ambos mundos
Una de las características de esta nueva Revolución tecnológica es la enorme velocidad con la que se producen los cambios, que no están limitados a un ámbito sectorial, sino que tienen repercusiones económicas, sociales, y culturales de carácter general. Frente a los que se manifiestan siempre a favor de lo tecnológico y lo aceptan con acrítica fascinación, o a los que lo miran todo con recelo, incluso miedo, es preciso profundizar en el debate social, ético y jurídico sobre los cambios que conlleva la transformación digital y la inteligencia artificial.
El Consejo de la Unión Europea presentó en febrero de 2019 la importancia de garantizar el pleno respeto de los derechos de los ciudadanos mediante la aplicación de directrices éticas para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial.
Neurociencia y Neuroderechos ¿Cómo compatiblizar?
Asi cabe mencionar como concepto La neurociencia como campo de la ciencia que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos; como podrían ser su estructura, función, desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología; y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la cognición y la conducta.
La neurociencia en la última década ha traído muchos avances importantes que pueden empezar a afectar la manera en que nuestro cerebro es usado y compartido, y de eso estamos hablando cuando hablamos de neuroderechos. Actualmente existen técnicas de imageonología que permiten muy crudamente tener una línea de pensamientos de un sujeto. Eso sugiere que uno en principio podría mirar la actividad del cerebro y predecir más o menos en forma parcial, qué cosas está pensando la persona.
A la velocidad actual de investigación, una persona podría estar expuesta a que todos sus pensamientos y privacidad mental esté expuesta al escrutinio de alguien. Ahí hay una amenaza a la privacidad mental, en términos de que alguien puede saber lo que yo quiero y lo que pienso, y no queda a mí la decisión de que la persona lo sepa.
¿ Cómo optimizar la tecnología en bien de los consumidores?
Otro tema, que se asoma cuando hablamos de neuroderechos, tiene que ver con la capacidad que hoy tiene la neurociencia de intervenir el cerebro. Es decir, yo puedo mejorar el cerebro, y puedo por lo tanto llegar a hacer cerebros que sean más capaces que otros, y eso puede generar inequidad en la población, con seres humanos potenciados, lo que crea todo un problema ético. Eso también es parte de esta discusión.
La interfase cerebro-máquina, el que podamos conectarnos a un robot o una máquina, es otro punto que entra en este debate. Pero si la máquina se equivoca ¿de quién es la culpa?, ¿del computador?, ¿del programador?, ¿de mi cerebro? Ya hay pacientes en los que se realizan intervenciones en el cerebro en términos de interfase cerebro-máquina. Por lo tanto, esto no es algo que va a ocurrir, sino algo que ya está ocurriendo, de forma bastante primitiva, pero está empezando a ocurrir. Hay sillas de rueda que están siendo manejadas por la cabeza, y pacientes que sufren Parkinson que mejoran a través de la estimulación directa de la médula espinal, lo que también computación y cerebro.
Los avances tecnológicos, bien utilizados, son una gran oportunidad de desarrollo
En 2017 Rafael Yuste, director del Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia y quien lidera el Proyecto BRAIN (Brain Reseaarch Through Advancing Innovative Neurotechnologies), iniciativa estadounidense que desde 2013 busca comprender el funcionamiento de las redes sinápticas de nuestro cerebro, firmó junto a otros 25 destacados científicos un artículo en la Revista Nature titulado «Cuatro prioridades éticas para las neurotecnologías e Inteligencia Artificial».
Yuste, quien ha sido uno de los impulsores en esta materia, se transformó entonces en vocero de una propuesta que busca definir los datos neuronales –basados en la actividad cerebral de cada individuo–, con el fin de poder darles protección legal e incorporar a la carta de derechos humanos cinco neuroderechos inalienables: la privacidad mental, la identidad personal, el libre albedrío, el acceso equitativo y la no discriminación en el acceso a las neurotecnologías.
Visión en Chile, respecto a la neurociencia y los Neuroderechos
En Chile, el surgimiento de este tema tuvo un eco inmediato en la comunidad científica, y través de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado, un grupo interdisciplinario de científicos está desarrollando la propuesta para que nuestro país lidere el primer piloto a nivel mundial de protección ética y legal de los neurodatos. Esto, a fin de establecer un ejemplo y demostrar que es posible avanzar para regular su relación con la inteligencia artificial, el impacto ético, biológico, su relación con la mantención de la dignidad de la persona, y los desafíos que surgen dada las implicancias de conocer estas señales.
Hoy alrededor del mundo existen políticas de Inteligencia Artificial, y en esas políticas se establecen directrices para proteger los datos, pero no para proteger el derecho mental a que a uno le lean o no el cerebro. Esta propuesta, mucho más acotada, busca que Chile sea pionero en identificar los derechos de las personas en relación a nuevas tecnologías y el cerebro.
La legislar en temas de neurociencia y neurodechehos, es necesario!
La comunidad neurocientífica aquí es pequeña, por lo tanto, tiene la oportunidad de discutir estas cosas más eficientemente que una comunidad donde hay miles de científicos, con miles de miradas distintas. Y considerando que Chile es un país bastante pequeño en términos legislativos, puede promover una cosa así, más rápida que otros países, y tiene por lo tanto, la oportunidad de convertirse en un pionero.
* Director del Departamento de Neurociencia e investigador del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), de la Facultad de Medicina de la U. de Chile
Chile podría ser el primer país en proteger por ley los neuroderechos pues en Abril del 2021 La iniciativa fue aprobada en el Senado, sin embargo aún debe aprobarse en la Cámara Baja para su total despacho. Por unanimidad la Sala del Senado aprobó el proyecto de reforma constitucional que modifica el artículo 19, número 1°, de la Carta Fundamental “para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de las neurotecnologías”.
¿ Consideras que actualmente se vulnera la privacidad?
De esta forma, Chile se encuentra a solo un paso de convertirse en el primer país del mundo que contempla los neuroderechos en su Constitución.
La iniciativa (junto a la de protección de los neuroderechos y la integridad mental) nacida en la comisión Desafíos del Futuro y presidida por el senador Guido Girardi, está siendo observada con gran detención por la comunidad internacional, especialmente por España, Francia, Estados Unidos y Naciones Unidas. Tras su aprobación en la Sala del Senado, Girardi manifestó que «este proyecto va a ser un marcador a nivel mundial y Chile va a ser el barco insignia, el primer piloto que va a regular los neuroderechos para que estas tecnologías sean en bien del humano».
El senador precisó además que «el Presidente Piñera va a llevar este proyecto a Prosur, ya lo conversó con varios líderes latinoamericanos, así como con el presidente de Francia (Emmanuel Macron) y otros mandatarios europeos. Este proyecto une a Chile, es el ejemplo que podemos tener visiones comunes y trabajar juntos en los grandes desafíos que tiene el país».
Neurociencia y neuroderechos, mucho por aprender!
El proyecto de reforma constitucional que modifica el artículo 19, número 1°, de la Carta Fundamental «para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de las neurotecnologías», indica que «el desarrollo científico y tecnológico estará al servicio de las personas y se llevará a cabo con respeto a la vida y a la actividad física y psíquica. La ley regulará los requisitos y condiciones para su utilización en las personas, debiendo propender especialmente, al resguardo de la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella».
De esta manera, se puede inferior que la realidad mencionada en muchos artículos de la famosa Singularity University acerca de la inevitable fusion de las personas a la tecnología através de IA, Cloud, Virtualidad ente otras ya es un hecho concreto y surge entonces el dilema ético, de preguntarnos hasta donde es el límite de la humanidad, qué es lo que nos define como tal y desde donde comienzamos a ser cyborgs. El tema de varios films se viene en forma drástica a nuestra vida, el hombre bicentenario en pleno ya no es ciencia ficción.
AFS (Fuentes : U.Barcelona Revista de Bioetica, Prensa LaTercera)