Identificar las habilidades de los colaboradores, armar equipos comunicados, establecer estructuras dinámicas manteniendo un liderazgo con respeto, tolerancia y visión permite establecer una organización de personas más que de funcionarios. “La fuerza de una cadena se mide por el eslabón más débil”.
El mercado exige hoy un cambio de mentalidad. La agilidad juega un papel clave en este nuevo modelo que rompe estructuras jerárquicas y se dirige a modelos centrados en el trabajo de equipos, cada uno de ellos con recursos y capacidades individuales para tomar decisiones. Se requiere de líderes “sustentables” para poder competir y ganar en el actual entorno empresarial.